La noche del pasado lunes en El Barraco todo el mundo se echó a la calle. El segundo clasificado en la recién terminada Vuelta a España, su vecino Carlos Sastre, volvía con un nuevo podio en su carrera deportiva dentro de las tres grandes por etapas. Los barraqueños, aficionados o no al ciclismo, quisieron  acompañarle durante unas horas para homenajearle en un acto organizado desde el Ayuntamiento.

Aunque están muy acostumbrados ya a este tipo de agasajos, la expectación en la plaza era evidente para felicitar a un paisano que ha llevado el nombre del pueblo por la geografía mundial. Varias pancartas felicitaban al campeón. Una vez que Carlos Sastre, acompañado por familiares y amigos y escoltado por los ciclistas de la Fundación Provincial Deportiva Víctor Sastre, y a los acordes de la banda de música local fuera recibido por la corporación municipal que preside José María Manso, desde el balcón de la casa consistorial habló para las numerosas personas congregadas.

Tras la bienvenida y felicitación del alcalde, Carlos Sastre mostró el trofeo que había recibido un día antes en el paseo de la Castellana, una copa acreditativa de un merecido segundo puesto, fruto de su gran trabajo en la ronda española, a la que para el bien de los aficionados al ciclismo supo darle la emoción que le faltaba. El líder del CSC tuvo sobre todo palabras de cariño y agradecimiento para sus vecinos, esos que le habían apoyado en la etapa de Ávila, a su paso por la localidad. Con humor señaló que “me hubiera gustado pararme a saludaros a todos pero iba con un poco de prisa”. Para él ha sido muy importante el poder haber “compartido” el éxito con sus paisanos en una Vuelta en la que ha “disfrutado”

No pudo faltar la intervención poética del maestro de El Barraco, Domingo del Prado, un habitual en este tipo de homenajes. El sano orgullo de un padre por un hijo campeón, lo expresó un emocionado Víctor Sastre en estos términos: “Gracias hijo, por ser un hombre serio y honrado”.